Nuestros tiempos, de vuelta al discurso mítico.
Tratando de encontrar un significado a lo real se crearon distintos discursos a lo largo de la historia , cada vez que se encontraba una nueva verdad ésta derrumbaba a las anteriores. Los discursos son cíclicos y una vez que se pasa por los tres se vuelve a empezar.
El primer discurso creado fue el mítico: la explicación del mundo a través de suposiciones que llenan los espacios desconocidos, las cosas surgen de la nada y siguen la ley de la metamorfosis “Todo puede convertirse en todo en todo; todo va a todas partes”, hay un continuo caos y se ve a la divinidad como algo imposible de entender. La ley en la que se basa este discurso no ve por el orden, no hay razonamientos, “porque sí”, todo es al azar sin un orden y sin un fin solo cambio.
El siguiente discurso es el filosófico, éste busca la verdad que queda después de un derrumbamiento de lo que se creía incuestionable . Este discurso surge de los detonantes que llevan a los humanos a una situación límite como son las guerra, las hambrunas, las catástrofes, entre otros, provocando que los humanos se cuestionen de lo que es verdad y se planteen otras formas, los discutan con otros para llegar a una nueva verdad universal.
El último discurso es el científico, este promueve la construcción de generalidades y busca un punto de vista objetivo, mediante el uso del método científico. Lo característico de este discurso es que siempre busca pruebas objetivas y comprobables.
Ahora bien, podríamos pensar que nuestro mundo actual se encuentra en el discurso científico, ¿será que en México sólo crece el discurso mítico? Si miramos al discurso político que el pueblo mexicano prefiere nos daremos cuenta de varias cosas, la primera es que no busca razones ni pruebas; las promesas le son suficientes así que aún si les muestras razones se prefiere ignorarlas o descartarlas porque sí, sin ninguna razón. Esto nos muestra que definitivamente no es el discurso científico el que siguen la mayoría de los mexicanos.
Si analizamos el discurso filosófico este busca la verdad luego de una catástrofe que te hace poner en duda lo real, pero si algo no está arraigado en los mexicanos es cuestionarse, no está bien visto que cuestiones a tus mayores, a tus semejantes ni mucho menos que te cuestiones a ti mismo. Las cosas son así sin motivo propio, de vuelta al discurso mítico.
Otro punto importante es que en el discurso mítico las cosas no tienen un orden y se dan por coincidencia, los mexicanos no necesitan explicaciones ni razones para hacer o no algo, cuando están a punto de tener una gran prueba ¿qué no se dice “que sea lo que Dios quiera”?, dando la idea de que todo radica en las decisiones de un ser omnipotente e inentendible o dejándolo al azar. De cualquier forma el resultado no depende de las acciones humanas sino de lo que el mundo brinde.
Estas son mis conclusiones acerca del discurso que más se utiliza en México, podrían ser un poco deprimentes pero, como he dicho antes, los discursos son cíclicos y si los mexicanos se encuentran en el discurso mítico tarde o temprano regresarán a los otros.
~Mariana V.
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