¿Para qué cuestionar?

Toda nuestra existencia, tanto social como personalmente, está rodeada de preguntas y la búsqueda de un sentido; no todos se atreven a cuestionarse a sí mismos o al mundo que los rodea.

A lo largo de la historia los humanos se han visto obligados a poner en duda sus concepciones más básicas del mundo una y otra vez, puedes pensar que las murallas son impenetrables porque nunca han caído hasta que son derribadas, la tierra es plana hasta que le dan la vuelta y resulta que es esférica, los humanos nunca volarán y aparecen los aviones.

Y cada vez se necesitaba replantear el mundo y definir de nuevo ¿qué es verdad? Los humanos daban respuestas y dejaban escritos que más adelante eran retomados por otros filósofos, quienes rectificaban la idea o la descartaban con pruebas. Todos buscaban llegar a lo real y todos terminaban con sus propias conclusiones, algunas muy similares o muy diferentes entre sí, pero todos empezaron cuestionando.

Todos somos capaces de ser filósofos porque todos son capaces de cuestionarse cosas, de buscar la razón de su origen, de su importancia y de su utilidad, buscar una explicación y dar sentido. Los problemas que nos dejan atónitos y nos hacen dudar de lo que sabemos son el primer paso para hacer filosofía, podemos guiarnos por los caminos ya marcados para separarnos cuando lo creamos suficiente y empecemos a marcar nuestro propio sendero.

~Valdez.